Hay una frase en el Mad Men de la segunda entrega, en que Sally, la inquietante hija de Don Draper, le pregunta, "papá ¿somos ricos?" Y la darling-mamá la amonesta, porque no es de buena educación hablar de dinero.
Sin embargo, eso es todo lo que nos preocupa porque no sabemos cómo conseguirlo, como a las monjitas del convento de Santa Lucía, en Zaragoza, que de tanto preocuparles, lo escondieron...
Y es que si mad men fuera memoria implantada, tal vez Sally fuera la madre de un Ortega replicante, en una historia tan distinta a la que nos narra Cuéntame. Sin embargo, no nos importa, es más, nos zambullimos desnudos y recordamos a unos padres-abuelos-qué más da! que se compran un Coup de Ville del 62, tan azul como el vestido de fiesta y los pendientes de fantasía de un dirty weekend en Barbados.
Todo para imaginar que somos ricos, nada de crisis!
Todo para imaginar que somos ricos, nada de crisis!